Boicot colectivo a los chavistas en Estados Unidos: Por: Gustavo Lainette

En los Estados Unidos, un país que se erige como refugio para millones de venezolanos exiliados por culpa de la dictadura de Nicolás Maduro, es inconcebible que algunos espacios sean ocupados por artistas que, directa o indirectamente, han colaborado con la narcodictadura venezolana.

Como presidente del ONG Resistencia Venezolana y como ciudadano profundamente comprometido con la causa de la libertad de mi país, siento la responsabilidad de alzar la voz para denunciar esta situación y proponer una acción contundente: un boicot colectivo.

No es solo una cuestión de principios. Cada vez que un artista asociado al chavismo organiza un concierto, cada entrada vendida y cada aplauso recibido representan un intento de normalizar y blanquear la imagen de un régimen que ha cometido crímenes de lesa humanidad.

Cuando hablamos de figuras que han cantado para actos oficiales del chavismo, como es el caso de Araima y su participación reciente en el evento de las “Divas” en Doral, no estamos hablando solo de músicos. Estamos hablando de engranajes en una maquinaria propagandística que busca legitimarse internacionalmente mientras sigue oprimiendo a millones de venezolanos.
Es una traición a la causa por la libertad que los exiliados digan presente en estos eventos.

No podemos permitirnos ser cómplices pasivos de la narrativa chavista y sus atrocidades. En lugar de aplaudir y contribuir al éxito de estas actividades, debemos repudiarlas públicamente, organizarnos y demostrar que la comunidad venezolana en el exterior no olvida, no perdona y no se rinde.

Un boicot es más que no asistir. Es exponer, denunciar y generar un rechazo social tan fuerte que desaliente a cualquier local, productor o promotor que intente organizar eventos con artistas vinculados al chavismo. Esto no es un acto de censura, es un acto de resistencia. La censura la impone el régimen que ellos defienden; nuestra lucha, en cambio, busca visibilizar la verdad.
A quienes piensan que la música o el arte deben estar separados de la política, les invito a reflexionar sobre el poder simbólico de estos eventos.

El chavismo ha utilizado durante décadas a artistas para enmascarar sus crímenes y perpetuar su propaganda. Al boicotearlos, enviamos un mensaje claro: el exilio no es un terreno fértil para sus mentiras y propaganda oficial: ellos son agentes del régimen.

También es fundamental que tomemos medidas y emprendamos acciones. Las próximas presentaciones, ahora en diciembre, de las “Divas del Folklore” en Tampa, Utah, Phoenix, Austin y Chicago, entre otras, es una oportunidad para que nuestra comunidad venezolana demuestre unidad y rechazo firme.

Desde la ONG Resistencia Venezolana exhortamos a los venezolanos presentes en las ciudades donde estarán “estas divas de la narcodictadura” a organizarse, a denunciar estas actividades y a convertir nuestro dolor e indignación en acción. No se trata solo de evitar su presencia; se trata de cerrarles las puertas y dejar claro que no seremos un instrumento para lavar sus nombres.

Nuestra lucha por la libertad no se limita a las calles de Venezuela. Cada espacio ganado por el chavismo, sea un concierto, una exposición o un foro, es un terreno perdido para la resistencia. Es momento de entender que la lucha contra la dictadura trasciende fronteras.

 

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